La enfermedad de Alzheimer es un tipo de demencia. La palabra demencia se aplica a un deterioro de las habilidades intelectuales adquiridas como la memoria, la orientación, el pensamiento abstracto y las alteraciones del comportamiento.
La enfermedad de Alzheimer, es una enfermedad degenerativa y progresiva que afecta al cerebro y provoca la pérdida de la memoria, dificulta el razonamiento y el desempeñar tareas cotidianas, hay disminución del sentido crítico, desorientación en tiempo y espacio, cambios de personalidad y dificultades en el aprendizaje, en la comunicación y en el pensamiento así como alteraciones del comportamiento. Puede manifestarse a partir de los 40 años de edad, intensificándose exponencial a partir de los 60 años.
Olvida las cosas con más frecuencia y no las recuerda después, especialmente cosas que han pasado recientemente.
Una persona con Alzheimer puede ser incapaz de preparar cualquier parte de la comida u olvidar que la comió.
Puede olvidar palabras simples o sustituirlas con palabras inapropiadas, haciendo sus frases difíciles de entender.
Puede perderse en casa o su propia calle, y no saber cómo llegó ahí y como regresarse.
Reconocer un problema o ni siquiera ir al doctor. Vestimenta inapropiada, usando ropas abrigadoras en un día caluroso.
Puede olvidarse completamente que son los números y para que se usan.
Puede dejar las cosa en lugares inapropiados: la plancha en la hielera, o el reloj de pulso en la azucarera.
Alguien con Alzheimer puede mostrar cambios bruscos de temperamento, de calma a llanto o furia - sin motivo.
Una persona con Alzheimer puede cambiar dramáticamente, volviéndose extremadamente confundido, sospechoso o reservado. Los cambios también incluyen apatía, miedo o conducta inapropiada.
Puede volverse muy pasiva y continuamente requiere que la reactiven para volverse a involucrar.
Las causas de la enfermedad de Alzheimer son hasta el momento desconocidas. Aceptando la existencia de una predisposición genética, parte de las investigaciones han sido orientadas hacia esta área. Otras teorías han relacionado la enfermedad con toxinas ambientales o alteraciones inmunológicas, pero los datos obtenidos son poco concluyentes. Dentro de las teorías más estudiadas están la tóxica, la genética y la de los radicales libres.